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martes, 28 de julio de 2009

Los Verdes piden a Paulino Rivero que disuelva la Agencia de Cambio Climático


 

Consideran una "burla inaudita" la negociación para que se exima a las compañías de abonar tasas por la contaminación del transporte aéreo

  

A través de un comunicado, Los Verdes-Grupo Verde de Tenerife han solicitado al presidente de la Comunidad Autónoma, Paulino Rivero, "la disolución de la denominada Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático", tras el anuncio de que el titular de este organismo, Jorge Bonnet, se dispone a negociar en nombre del gobierno que la nueva directiva europea sobre emisiones del transporte aéreo "contemple que los vuelos con destino a las islas no deban abonar suplementos por contaminación".  El portavoz de Los Verdes en Tenerife, Octavio Hernández, advierte que "el gobierno hará una vez más el ridículo, al dedicar sus esfuerzos a promover el calentamiento global a través de una Agencia creada para luchar contra él, porque pide excepciones en los vuelos más contaminantes y de más larga distancia dentro de la Unión Europea, para los aeropuertos de mayor tráfico del estado español con cerca de 250.000 operaciones en 2008, más que Barcelona o Madrid Barajas". Hernández denuncia que "las grandes compañías aéreas y tour-operadores están usando como títere de sus intereses contaminantes al gobierno de Paulino Rivero, ya que el incremento de las tarifas de las medidas contra la contaminación están más que compensadas con la gestión de precios de las camas turísticas, y las plazas de calidad no se verán afectadas". El portavoz de Los Verdes señala que "la mayoría de los turistas entiende el significado y sentido de las tasas ecológicas y la corresponsabilidad ante el cambio climático, de manera que el único motivo de esta absurda iniciativa es la propia insensibilidad de nuestros gobernantes unida a los intereses de quienes contaminan". Hernández recuerda que "este gobierno se ha dedicado durante años a complacer el escapismo de las grandes compañías para evadir la responsabilidad económica por los costes ambientales de sus actividades nocivas, negociando exenciones primero y evasión de multas después para Unelco-Endesa y CEPSA, promoviendo la construcción de nuevas centrales térmicas en casi todas las islas, a la vez que frena la instalación de energías renovables para favorecer oligopolios privados, haciendo la vista gorda ante la contaminación urbana de la refinería y las centrales eléctricas y rehuyendo la realización de estudios epidemiológicos que demostrarían que decenas de miles de personas han estado sufriendo en Canarias gravísimas consecuencias en su salud por culpa de esta permisividad criminal". Octavio Hernández denuncia que "es una burla inaudita que el titular de una Agencia de lucha contra el cambio climático acuda a Bruselas a exigir que no se apliquen medidas contra el calentamiento global". En Europa, señala, "van a pensar que la singularidad de Canarias es la caradura sin escrúpulos de sus gobernantes".